Descubrí 5 tratamientos para combatir la espasticidad

28 nov 2024 . Actualizado a las 12:40 p.m.

La espasticidad, esa sensación de rigidez y dificultad para mover los músculos, puede ser una barrera para quienes quieren retomar el control de su vida después de enfrentar enfermedades o lesiones graves. Pero no todo está perdido: existen formas de recuperar movilidad, aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida. En este artículo describimos los principales tratamientos para la espasticidad.

Tratamientos que pueden mejorar tu calidad de vida 

El tratamiento de la espasticidad no solo busca aliviar los síntomas, sino empoderar a las personas para que retomen el control de su bienestar. Estas son cinco opciones que hacen la diferencia:

1. El Tratamiento Precoz de la Espasticidad Post-ACV

La espasticidad es una condición caracterizada por un aumento en el tono muscular, además de reflejos tendinosos exagerados, que puede limitar significativamente la movilidad y la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, el tratamiento precoz de la espasticidad post-ACV, combinado con un manejo interdisciplinario (que incluye fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, neurólogos y médicos rehabilitadores), puede ofrecer numerosos beneficios que mejoran las perspectivas de recuperación y la calidad de vida del paciente.

Beneficios del Tratamiento Precoz

El tratamiento temprano es clave para minimizar la discapacidad a largo plazo:

  • La intervención temprana ayuda a prevenir contracturas musculares permanentes y deformidades, además de reducir el dolor asociado a la tensión muscular.
  • Los tratamientos pueden incluir terapia física, medicación para controlar el tono muscular y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas.
  • Al abordar la espasticidad de manera oportuna, se maximiza la efectividad del tratamiento y se facilita la rehabilitación, promoviendo una mayor independencia funcional.

Cada paciente tiene músculos afectados y secuelas distintas, por lo que es fundamental que el especialista personalice el tratamiento y establezca objetivos en conjunto con el paciente.

El beneficio del tratamiento suele mantenerse entre 3 y 6 meses, por lo que un enfoque continuo permite obtener mejores resultados a largo plazo.

2. Fisioterapia y ejercicios

La fisioterapia es fundamental para tratar la espasticidad, ya que trabaja directamente sobre la rigidez muscular, recupera la movilidad y previene complicaciones. Este enfoque incluye:

● Estiramientos pasivos realizados con la ayuda de un terapeuta, ayudan a reducir la tensión muscular y mejorar el rango de movimiento.

● Fortalecimiento muscular con ejercicios activos que refuerzan los músculos debilitados, equilibrando el tono muscular.

● Movilizaciones articulares con técnicas que promueven la flexibilidad y previenen deformidades.

● Terapias de posicionamiento con el uso de dispositivos como férulas para alinear correctamente las extremidades afectadas. ¿Quién debe realizarla? Un kinesiólogo o fisioterapeuta especializado en rehabilitación neurológica es el profesional indicado para diseñar un plan personalizado. Además, los cuidadores pueden aprender ejercicios básicos para practicarlos en casa, maximizando los beneficios del tratamiento.1

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3. Agentes biológicos

Los agentes biológicos son una opción de tratamiento inyectable, ya que actúan relajando los músculos tensos al bloquear los mensajes nerviosos que causan la contracción de manera focal. Esta acción proporciona beneficios significativos al reducir la rigidez muscular y aliviar el dolor, facilitando movimientos cotidianos como caminar y vestirse. Un ejemplo de este tipo de tratamiento son las toxinas botulínicas de tipo A, que representan una herramienta valiosa en el tratamiento de la espasticidad.

¿Quién puede indicarlo?

Al ser inyectable, el tratamiento debe ser aplicado por especialistas, en este caso por neurólogos o fisiatras, capacitados en su administración. Es fundamental que el paciente reciba una evaluación detallada para determinar los músculos específicos que requieren la aplicación, asegurando resultados efectivos y personalizados 4

4. Terapias alternativas

Las terapias alternativas, como la hidroterapia y la estimulación eléctrica transcutánea, son herramientas efectivas para complementar los tratamientos tradicionales. La hidroterapia, realizada en piscinas terapéuticas, reduce la tensión muscular gracias a la flotabilidad, mientras que el agua tibia alivia el dolor y mejora la flexibilidad. Por otro lado, la estimulación eléctrica transcutánea ayuda a activar los músculos debilitados y a reentrenar los patrones de movimiento, favoreciendo la conexión cuerpo-mente.

Estas terapias son especialmente útiles para pacientes que necesitan reducir el estrés en sus articulaciones mientras trabajan en su movilidad.1

5. Cirugías específicas

En casos severos, las intervenciones quirúrgicas, como la rizotomía dorsal selectiva, pueden aliviar la espasticidad de forma duradera. Este tratamiento es ideal para quienes buscan opciones avanzadas cuando otros métodos ya han sido probados y no han sido suficientes.2

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Cuidado en casa.

Red de apoyo emocional 

La espasticidad no solo afecta al cuerpo, sino también al bienestar emocional del paciente y su entorno. Contar con una red de apoyo emocional, que incluya familiares, cuidadores y grupos especializados, es esencial para afrontar los retos diarios. La comunicación abierta con psicólogos o terapeutas ocupacionales ayuda a manejar la ansiedad, el estrés y la frustración que pueden surgir durante el tratamiento.

Además, la participación en grupos de apoyo permite a los pacientes y cuidadores compartir experiencias, obtener consejos prácticos y encontrar un sentido de comunidad que los motive a seguir adelante.

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Conclusión

Enfrentar la espasticidad es un desafío que requiere valentía, pero cada paso hacia el tratamiento es un acto de cuidado. Desde la fisioterapia hasta las opciones más avanzadas, como la Toxina Botulínica o las cirugías específicas, existen múltiples caminos para recuperar movilidad y mejorar la calidad de vida. Las terapias alternativas y el apoyo emocional complementan este proceso, proporcionando no solo alivio físico, sino también fuerza mental y motivación.

El viaje hacia la mejora comienza con un diagnóstico temprano y un plan personalizado diseñado por especialistas. Recordá que no estás solo en este camino: tu esfuerzo y el apoyo de una red comprometida pueden marcar la diferencia.

Visitá nuestra sección Redes de apoyo, donde encontrarás asociaciones y grupos que te ayudarán a avanzar con confianza en tu tratamiento.

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1. Neurología. (2020). Espasticidad en la patología neurológica: Actualización sobre mecanismos fisiopatológicos y tratamiento. Revista de Neurología, 70(12), 453-460. https://doi.org/10.33588/rn.7012.2019474

2. Guía Barcelona. (2010). Tratamiento de la espasticidad con toxina botulínica. Revista de Neurología.

Para mayor información consulte a su médico.